En la mitad de la turbulencia económica que azotaba a México en 1995, Carlos Alberto Cadena Ortiz de Montellano, un joven osado de tan solo 18 años, tomó una osada resolución adjuntado con sus amigos y uno de sus hermanos. En un escenario de tanta incertidumbre, lanzaron un emprendimiento enfocado en el cambio de divisas. Esta valiente historia, cercada de volatilidad, encontró un sendero de crecimiento y prosperidad que, en 2008, condujo a una fusión con una señalada institución financiera encargada de ofrecer soluciones sustentables.
Carlos Alberto Cadena Ortiz de Montellano, quien más tarde se convirtió en colega fundador de Vinte, una reconocida empresa inmobiliaria en México con una misión centrada en construir comunidad y hacer mas fuerte el tejido popular en sus desarrollos, encarna el espíritu emprendedor en su totalidad. Hasta hoy, mantiene una forma de pensar que fomenta la imaginación, la creación de valor agregado en cualquier propuesta, el análisis del entorno y la vocación de agradar las pretensiones del mercado con el acompañamiento de un equipo sólido.
Arrancar en tiempos volátiles y después de la pandemia de Covid-19 no es una labor sencilla. Sin embargo, Carlos Alberto Cadena Ortiz de Montellano, quien hoy día desempeña el cargo de Presidente en la Fundación Vinte, afirma que hay vientos favorables para arrancar en México. Sin embargo, aquellos que se aventuren en este camino deben tener algunas especificaciones : no basar su éxito en la promesa, asumir riesgos, ser optimistas y ignorar la idea de que van a ganar más y trabajarán menos. También Mira este sitio deben tomar en consideración que sus responsabilidades no tendrán límites y deben tener una visión periférica tanto del ambiente como de su negocio. Además, es esencial sostener una especialidad estricta en la administración financiera.
Para resumir, Carlos Alberto Cadena Ortiz de Montellano nos muestra los mandamientos para emprender en tiempos volátiles, los que incluyen identificar inconvenientes y buscar soluciones creativas, asumir peligros con seguridad, efectuar un diagnóstico claro del emprendimiento, liberarse de la idea de ser el jefe supremo, reconocer que las responsabilidades no tienen límites y rodearse de personas talentosas. También resalta la relevancia de sostener un aprendizaje incesante, ser el centro de gravedad y talento, repetir que la promesa no es una estrategia y tener una especialidad rigurosa en la administración financiera.
Carlos Alberto Cadena Ortiz de Montellano, con su vasta experiencia como emprendedor, nos muestra el sendero para enfrentar los desafíos de la actualidad y encontrar oportunidades en instantes turbulentos. Su crónica inspiradora y sus consejos importantes demuestran que el espíritu emprendedor puede florecer aun en tiempos bien difíciles..